sábado, 22 de septiembre de 2007

Cambiando los rumbos de la evaluacion

En los últimos años se ha percibido como una serie de paradigmas ha inundado el sistema educacional, estos presentando nuevas formas de enseñanza han traído consigo una modificación de los sistemas de evaluación. A través del texto de Pedro Ahumada “Hacia una evaluación autentica del aprendizaje”, centrándonos en los capítulos dos y tres, veremos como los métodos de evaluación han evolucionado y hasta donde pretenden llegar.
En los últimos 30 años la evaluación ha pasado desde un juicio de valor a la medición de objetivos puntuales, donde esta medición ha tomado un protagonismo considerable, siendo el aspecto cuantificable lo que más resalta de ellas. Sin embargo, esto también ha ido cambiando, aunque la medición todavía persiste en el sistema. Actualmente, habla Pedro Ahumada, se aprecia una concepción ecléctica de la evaluación, la idea es juntar lo mejor del juicio, la medición y el logro de objetivos
La década de los ochenta estuvo marcada por la evaluación a un grupo –curso, comparando así a las personas por la homogeneidad dentro del sistema, al llegar los noventas el sistema cambio dando paso a la individualidad y al logro de determinados objetivos. Esta forma de evaluación queda obsoleta cuando se intenta, actualmente, reemplazarla por una evaluación demostrativa, donde se construye el conocimiento y se pretende conocer el grado de aprehensión que tiene el estudiante en las temáticas enseñadas y como las utiliza en su diario vivir.
Sin embrago, la concepción ya mencionada choca con diversos obstáculos ya que la teoría y la practica son cosas totalmente distintas, la evaluación significa tomar conciencia y es por ellos que se han generado métodos para revisar estos métodos, la idea de esta “evaluación educativa” es buscar paulatinamente la mejora del sistema. Centrándonos en el dilema de la teoría y practica, resulta muy difícil para el docente aplicar técnicas que no le fueron enseñadas, por otro lado es importante destacar, así como lo menciona Ahumada y Santos Guerra, que cualquier intento por mejorar el sistema si no tiene la participación activa de todos los componentes no funciona. Otro problema presente en el sistema es que todos los entes que participan en él, ya sean padres, profesores o alumnos, consideran la evaluación como un hecho a parte del proceso de enseñanza aprendizaje.
Actualmente los expertos dan mayor importancia a los procesos de aprendizaje que a los resultados, sin embargo, esta concepción requiere un individualismo máximo en la evaluación y esto se contrapone con el sistema que esta en función donde las pruebas son estandarizadas y los trabajos grupales.
Con respecto a las pruebas que rigen esta concepción tradicional estas son de una objetividad indiscutida y su fin es saber que es lo que el alumno aprendió, sin embargo, todas tendrán un grado se subjetividad, que dependerá de quien realizo la prueba. Estas pruebas están hechas a base de dos criterios que son dificultad de cada pregunta y discriminación, que según el autor, sirve para identificar a los alumnos buenos de los malos. Por lo tanto, se aprecia que aquí no hay individualidad, todos son iguales. Es interesante ver como este mecanismo imperante a dejado excluido a tantos jóvenes especialmente en Latinoamérica, como lo señala el texto, ya que es tan el nivel de discriminación que se conforma una pirámide, llegando a la punta los mas fuertes y resistentes a este sistema.
Surgen modelos para evaluar a los alumnos en otras circunstancias donde el contexto no influye y las capacidades que se dice medir son las que se miden. Este método a base de ítem es el IRT y los que busca es que los alumnos puedan desarrollar tranquilamente las pruebas para ver el grado que alcanzan sin tener presiones, sin embargo, al no cumplir con todos los requerimientos básicos para la ejecución de la prueba, esta ya no es valida.
La idea del sistema alternativo de evaluación es recopilar información del estudiante, considerando lo que el sabe y lo que puede hacer con ese conocimiento, esta nueva evaluación esta marcada con una intencionalidad, que se hace visible en la recopilación de datos reales y vivencias que el estudiante plantea con respecto a la asignatura. Esta evaluación esta centrada más en los procesos que en los resultados, haciendo al estudiante protagonista y responsable de su conocimiento.
Este nuevo enfoque evaluativo se centra en la colaboración y la multidireccionalidad, donde los alumnos se co y autoevalúan, además de la evaluación que realiza el profesor, es así como todos participan de este proceso y aprender recíprocamente.
Dentro de esta concepción la evaluación forma parte importante dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, no es excluido de el como un proceso aparte, la idea principal es que los alumnos aprendan.
El problema que presenta este nuevo planteamiento es que sus normas no se cumplen por eso no se puede llevar a cabo, ya sea por las normas del colegios, los docentes o condiciones laborales de estos como los horarios.
Continuidad y permanencia de la evaluación: la idea principal es que el proceso evaluativo se mantenga , pasando inadvertido al estudiante, y que la evaluación no sea un suceso, sino , que forme parte de su proceso de aprendizaje.
Carácter retroalimentador del proceso evaluativo: el profesor debe mantenerse siempre atento, ya que al producir aprendizaje, debe conjugarlo con los conocimientos previos que tiene el estudiante y tomar en cuenta como los incorporará, aceptando los errores que el alumno pueda cometer.
Funciones de la evaluación en el proceso de aprendizaje: centrándonos en la concepción del aprendizaje significativo, la idea es darle menor predominancia a lo sumativo, preocuparse mas del proceso. “el reconocimiento de la evaluación como un proceso legitimado curricular y didácticamente se garantiza con la presencia de las funciones diagnostica, formativa y sumativa”
Propiedad consustancial del proceso evaluativo: esta concepción permite mostrarle al estudiante el logro de sus aprendizajes significativos, a través de la autoevaluación y la coevaluacion. La idea es que el aprendizaje y la evaluación estén unidos.
Utilización de nuevos procedimientos de evaluación: lo fundamental es complementar nuevas formas o nuevos procedimientos de evaluación a los ya conocidos tradicionalmente como las pruebas escritas u orales. Dentro de estas nuevas formas de recolección de información encontramos mapas semánticos y conceptuales, organigramas, esquemas, entre otros.
El problema que plantea Ahumada, esta en boga, para los estudiantes de pedagogía, como para los profesores que actualmente están ejerciendo, sin embargo, creo que el desconocimiento hace que los resabios del antiguo sistema imperen, creo que las puertas hacia un sincretismo entre ambas formas evaluativas, se han cerrado, pero si hay una luz de esperanza. Por otro lado creo que es importante destacar que el método tradicional es conveniente para todos, ya que en la practica se ve cuan difícil es revisar un sinfín de pruebas y trabajos. ¿Conveniencia o desconocimiento a las nuevas teorías?

2 comentarios:

Profesora dijo...

Estimada estudiante:
Has realizado una buena síntesis del texto, más tu reflexión carece de un análisis a la lógica del documento y una evaluación de la calidad de lo leído, elementos importantes para un tratamiento crítico-reflexivo de escrito, tan importante en nuestra disciplina.
Ahora, en atención a lo que apuntas en el final de tu reflexión, es necesario que seamos concientes que existe una grave incongruencia entre teoría y práctica y peor sería considerar que no son rescatables las nuevas corrientes evaluativas y ser merecedores de llevar al aula.
Cuida algunos tildes como el de práctica y te recomiendo que releas la guía para la lectura crítico-reflexiva que acompaña a la rúbrica de este semestre. Tu nota es un 71.
Atentamente,

Profesora dijo...

Estimados estudiantes:

Tal como el comentario anterior, les adjunto lo que podría haber sido la reflexión referente al texto de Pedro Ahumada, sin querer coartar sus opiniones personales que tienen que ir junto a éstos elementos.

El autor plantea que el concepto de evaluación se ha ido modificando a través del tiempo y en correlación con las investigaciones que realizaron diversos autores en el ámbito educacional; apuntando en un principio a un enfoque centrado en el comportamiento de los alumnos en función del grupo, posteriormente se le dio mayor relevancia al logro individual bajo ciertos objetivos previamente formulados y por último la evaluación toma un enfoque referido a la construcción de conocimientos.

Lo que se pretende de la evaluación hoy en día es que se centre en el proceso de aprendizaje de los alumnos y para esto se exige una evaluación individualizada y multidimensional, sin embargo esto se opone a la dinámica vigente que prioriza una enseñanza grupal y estandarizada, cuyos resultados de aprendizaje se miden cuantitativamente como una herramienta válidamente científica para calificar el trabajo escolar, dentro de ésta encontramos la teoría clásica basada en la habilidad y comportamiento del grupo frente a un ítem en particular y encontramos la teoría de respuesta al ítem que representa la probabilidad de ser respondidas correctamente por los alumnos.

Pedro Ahumada Acevedo critica las teorías que sustentan este tipo de pruebas con el propósito de generar dudas técnicas en los lectores acerca de la veracidad de los aprendizajes que se ven reflejados en los resultados de dichas pruebas. Este propone un sistema alternativo de evaluación centrado en los procesos, donde la responsabilidad del aprendizaje recae en el alumno, este tipo de evaluación la denomina Evaluación Auténtica, destinada a mejorar la calidad y el nivel de los aprendizajes.

Se pretende tomar conciencia de la creación de estrategias evaluativas y de la práctica de éstas por parte del docente de acuerdo a su propia concepción del enseñar y aprender. A partir de esto, propone los siguientes principios: continuidad y permanencia, carácter retroalimentador, función diagnóstica y formativa, autoevaluación y coevaluación y nuevos procedimientos de evaluación no ortodoxos que renueven el proceso de evaluación. Sin embargo, las innovaciones de las prácticas evaluativas no han sido implementadas en su totalidad en este sistema, a pesar de que estas son conocidas, a nivel de conciencia y actitud existe una mínima aceptación por parte de los docentes, lo que implica que la evaluación sigue siendo centrada en las pruebas.